Las galletas horneadas de fabricación artesanal, además de su sabor único, son ricas en proteínas y fibra, y aportan un extra de energía.
¿Tienes siempre algo preparado por si llegan visitas inesperadas? De pequeños hemos oído siempre a nuestras abuelas o a nuestras madres, decir que siempre hay que tener algo dulce en la despensa por si llegan visitas inesperadas.
Así que, aunque los tiempos han cambiado, el sabor de lo artesano perdura para siempre. Una de las opciones a tener en cuenta son las galletas horneadas de elaboración artesanal.
Galletas Horneadas
Este tipo de dulce se presenta en varios formatos y sabores, para deleitar los exigentes paladares de todo tipo de visitas. Si quieres decantarte por una opción más tradicional, las galletas puras té, son unas galletas de mantequilla, perfectas para tomar con un café.
Si por el contrario, quieres sorprender a grandes y a pequeños, los caprichos bañados en chocolate, son unas figuritas de galleta horneadas y bañadas en cacao, para divertirse mientras comes.
Y como ultima opción, ¿Quién se puede resistir a unas paciencias bañadas en chocolate puro?
Estas pequeñas bolitas de chocolate rellenas de galleta horneada, son una perdición ¡Qué pueden llegar a convertirse en adictivas!
¿Qué aportan las galletas artesanas?
Además del sabor inconfundible de las galletas elaboradas a mano, de manera totalmente artesanal, estas galletas aportan grandes beneficios:
1.- Energía
Un consumo moderado de galletas horneadas, proporciona un aporte extra de energía, para afrontar las tareas más tediosas.
2.- Proteínas
Otro de los beneficios relacionados con tomar galletas horneadas, es el aporte de proteínas que proporciona. Estas proteínas están asociadas con nuestro rendimiento y capacidad muscular.
3.- Fibra
La fibra nos ayuda a mantener una regularidad intestinal, y participa en el metabolismo de las grasas, por lo que su consumo es necesario para un adecuado funcionamiento del organismo.
Por todas estas razones, no olvides nunca tener en la despensa galletas horneadas, para que esas “visitas inesperadas” no te pillen desprevenido, y por que no… también para darte un capricho de vez en cuando.
